El 5 de noviembre se cumplirán 10 años de la muerte y habrá un acto para homenajearlo. También pondrían su nombre a una calle porteña.
Leonardo Favio fue un artista completo que interpretó el lenguaje popular como pocos, y de quien el próximo sábado 5 de noviembre se cumplirán 10 años de la muerte, fecha en que se emplazará en la esquina porteña de Vera y Corrientes la escultura Favio y la Musa, de Eric Dawidson, que busca sintetizar esa relación que el realizador tuvo con el cine y la música.
Ese mismo día, fecha exacta de su fallecimiento, también se prevé que se renombre como Leonardo Favio la calle Vera, donde se ubica el edificio de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), institución que patrocinó la obra de arte que esculpió Eric Dawidson.
“En un momento decidí que quería hacer una estatua para emplazar en la calle, pero no sabía de quién. Se me ocurrió que podía ser de Favio, un director con el que me conectaba… de hecho, me llamo Eric Leonardo, por él. Desde chico, siempre lo sentí cercano, entonces empecé a unir cosas y me apareció esta imagen de él con una musa inspiradora, como que le soplaba al oído”, dijo Dawidson.
LA ESCULTURA DE LEONARDO FAVIO
Para modelar la obra, el escultor y también realizador audiovisual, acudió a los bailarines Natalia Pelayo y Hernán Piquín, quienes actuaron en el filme de Favio “Aniceto”, de 2008. Ambos posaron, Piquín como Favio y Pelayo como la Musa, para que Dawidson tomara fotografías mientras danzaban como el artista con su musa.
Johan Wolfgang von Goethe decía que los artistas son el canal por el cual los ángeles se expresan. En el resultado final de la escultura, se ve a una dama que, flotando en el aire, le dice al oído a Favio lo que debe hacer, dándole vida a aquellas palabras de Goethe.
“De Favio recuerdo un ser súper generoso, respetuoso con cada una de las 100 personas que trabajamos en ‘Aniceto’. Todo lo pedía con el por favor delante de cada frase y con un gracias al final”, dijo Piquín. Pelayo, por su parte, recordó: “Sus enseñanzas me hicieron crecer como artista. No tengo palabras para describir lo que fue trabajar con él. Fue una persona muy generosa, con mucha empatía y sentido artístico. La experiencia de ‘Aniceto’ la voy a llevar siempre en mi corazón”.
Sobre el proceso de la escultura, Dawidson comentó que la convocatoria empezó con Pelayo, a quien conoció en un videoclip que dirigió. “Nos hicimos amigos -explicó-. A través de ella, surge la idea de hacer la base de la estatua con scaneo 3D. Lo convocamos a Hernán, hicimos un modelo en 3D, lo modificamos e hicimos impresiones. Cuando estuvimos seguros, lo imprimimos en tamaño real, de tres metros de altura y sobre eso trabajamos en cera para darle terminación a la piel. Ya estamos terminando esta etapa, se desarma, va a la fundición y se reemplazará por bronce”.