Con el corazón parchado camina dando saltos,
esquivando pesadumbres y nostalgias.
Se refugia entre nácares y letanías
limpiando pecados no concebidos
y culpas endilgadas.
Con el corazón parchado
abraza su destino
para curvarlo a fuerza bruta y desviar el dolor,
para sanar el miedo de volver a sangrar, para regenerar la arteria, la carne, la piel y por fin,
lograr la cicatriz.
Hablan los ojos Inquietos
las manos buscan a tientas ahuyentar lo que atormenta
cuando todo suena hueco.
¿Podrá algún verso en soneto ayudar en lo que intentan? ¿Desprovistas de las letras podrán llegar a buen puerto?
Se dispara la mirada en ángulo recto, los dedos se mueven por acto reflejo
¡Son libres buscando el camino jamás guardarán silencio!