Haití. Es muy posible que la mayoría no piense en este lugar hace años, pero sí, Haití es ese lugar donde en 2010 hubo un terremoto terrible. En realidad no fue de gran magnitud en sí, sino que muchos edificios no estaban preparados, y siendo de 2,8°provocó más de dos mil víctimas. Esto parece solamente un dato para manuales de historia escolares, o para arquitectura, pero para quienes tenemos familia, o quienes se dedican a la salud, fue un cambio total en la formación. Empezó a estudiarse el “Triage” (capaz esta palabra ya les esté sonando) que consiste en cómo trabajar en casos de emergencia para evitar la saturación de los hospitales.
Hace cinco años, cuando ya empezábamos a hablar del Covid, estuve particularmente atenta a las noticias internacionales. Tengo familiares en Italia y me interesaba saber cómo estaban allá. En marzo, cuando empezaron a encenderse las alarmas acá por los primeros casos, una vez leí en las noticias “Más de mil muertes en Italia”. Ingenuamente pensé “Ya tanto?”. Pero no, no eran las muertes acumuladas, sino las del día. Ahí supe que lamentablemente, lo sucedido en Haití, había impulsado a especializarse para las emergencias, pero sólo en Latinoamérica. Pregunté a gente de salud y me lo confirmaron, “Están saturados y ya no tienen como atender”. Claro que hay que atender a los enfermos, pero habría que haber estudiado la situación para no llegar a eso. Cuando mostraron las imágenes acá de “La gente está muriendo en los pasillos”, hubo familiares que salieron a desmentirlo, pero en Europa era algo de todos los días.
Entonces sí, fue un golpe para la economía cerrar locales, pero si se hubiera hecho con un mejor plan (y no se hubieran liberado tan abruptamente después), hubiéramos contado seguramente muchas menos víctimas. La “libertad total”, de no cerrar nada, y las “libertades individuales” fueron las normas en otros países, donde hubo muchas miles de muertes más. Y ahora, nuestro “representante” dice que la OMS fue “responsable de un crimen”.
Esto claramente deja mucho para decir, pero tenemos algo más cercano y urgente. Los incendios. El Modus Operandi se repite. Se señala a Lali Expósito, María Becerra, jugando con sus nombres, como si fuera una campaña de las artistas. Pero qué pasa cuando se apagan todos los canales que señalan? ¿Qué pasa si se silencian las redes de las artistas, se las deja de seguir? Pasa que tenemos los contenidos de docentes, profesionales de salud, voluntarios, que mientras nos muestran el show de los millonarios, se encargan de compartir videos de cómo siguen combatiendo el fuego. Tenemos videos de una responsable denunciando amenazas, y alguien de la Resistencia Mapuche que cuenta cómo se llevaron a un par de jóvenes que combatían el fuego, para liberarlos después “por falta de pruebas”. Sí, en cada caso de “sospechosos identificados pero liberados por falta de pruebas” se trató de personas que intentaban proteger
Mientras tanto el excelentísimo presidente vuelve a Estados Unidos, quizás se haya olvidado una birome en la oficina de alguno de sus amigos. Pero valdría preguntarnos por qué tanta animosidad en las reuniones. Sobre todo teniendo en cuenta el apuro por sancionar la “Ficha limpia”, mientras que a su par del norte le convendría más bien algo que lo habilitara a borrar su expediente. Y me animaría a arriesgar una hipótesis. Hace poco se difundió el video (y también algunas convocatorias), hablando de cómo esclavizan a niños pequeños en África. Esto en realidad ha sucedido desde la antigüedad. Ya hace unos siglos que “se prohíbe” pero únicamente en tierras europeas, y más recientemente en el país, cuando se estudió el trabajo en los campos de yerba mate. Pero en el Congo, principalmente esto continúa. Y no es algo que nos sea ajeno. Los envían a las minas para conseguir minerales. No invierten en maquinarias, no se arriesgan a perder material por hacer huecos mayores, y en cambio les dan poco dinero a las familias más pobres que entregan a sus hijos. Esto es para extraer materiales que se utilizan en la confección de tecnología. Cuando compramos tecnología europea, o china, es “Libre de trabajo infantil” en su ensamblado, pero la obtención de los materiales está marcada de sangre joven. Aunque claro, esto no se destina a “La Gran América”. Se hace en el Congo porque es donde hay minerales más puros (y nadie cuestiona estas prácticas). Pero también hay minerales en nuestro país, y Elon Musk necesita mucho para desarrollar su tecnología. Con una población hambreada, que no puede llegar siquiera a la mitad del mes, y con la persecución a los trabajadores independientes (como ha pasado con vendedores ambulantes), ¿qué tan lejos estamos de llegar a tener esclavitud infantil en nuestro propio suelo?
Milei se asegura ser recibido en Estados Unidos (su “ideal”), Elon Musk se garantiza tener minerales y metales necesarios, y mientras tanto Trump se enriquece aún más aumentando impuestos, y deportando gente que podría necesitar algún tipo de asistencia.
Pero fuera de la OMS, con el suelo arrasado por el fuego, y semejante demanda de recursos, ¿qué impide que a un corto plazo tengamos nuestra propia Guantánamo?
Incluso, con el pretexto de tener trabajadores que conozcan bien el idioma, sería posible que a los presidiarios latinos se los quisiera enviar acá? Y claramente, estará presos por razones de Trump, pero de ninguna manera imaginemos que habrá inversiones para eso. Así que no tendremos motivos para que estén tras las rejas, pero sin dudas, será “con la nuestra”.
Quizás estas especulaciones puedan parecer exageradas, pero quién piensa en los primeros puntos mencionados, cuando sigue todo lo demás? A qué le prestamos mayor atención, si simultáneamente se regalan nuestros recursos, se destruyen los bosques, recortan las jubilaciones, demuelen monumentos nacionales, y atacan la memoria, por sólo mencionar unos puntos? Volvieron a golpear y gasear a nuestros abuelos, pero se sigue hablando en la calle de la criptomoneda fantasma (¿cripta-moneda?).Los pocos derechos conseguidos en el último tiempo para protección de la mujer se anulan, pero vuelve a hablarse de privatizar la salud. Nada es menos grave, pero que no nos distraigan. Que no nos digan que Hitler fue “zurdo”, cuando llevaron a los campos de concentración a las diversidades sexuales, “por ensuciar la moral alemana”, de la misma forma que a este gobierno le encantaría hacer. La unión hace la fuerza, pero no pensamos en unirnos por un par de causas, mientras nos distraen de las demás.