Ricardo Perea: Guerrero del tiempo. Por Mónica Petrillo

Ricardo Perea: Guerrero del tiempo. Por Mónica Petrillo

Ricardo es santiagueño.
Nació en el monte, en una zona rural de San Francisco, departamento Quebrachos.
Actualmente está radicado en la localidad de Sumampa al sur de la provincia.

Es maestro, escritor y poeta. Mucho tiempo hizo radio.
Su calidez traspasa la distancia y siempre como luz de sol, abraza.
Es el séptimo hijo varón de trece hermanos.
Cuando tenía cinco años, después que fallece su padre, pronto se vio cuidando animales con su hermano en el campo.
Más tarde vivió algunos años en el conurbano bonaerense para luego regresar a su provincia natal y formarse como maestro de grado.

Es cierto que ser maestro es sinónimo de vocación pero también muchas veces de heroicidad.
¡Hay tantas formas de hacer patria!

Al principio Ricardo iba a trabajar hacíendo dedo, luego con el tiempo pudo comprarse una moto para cubrir esos caminos de difícil acceso hasta la escuela.
Exactamente unos 50 km. desde su casa para cumplir con su deber docente de cada día.
Nunca faltó ni tomó licencias.
Con su dedicación no solo impartió conocimientos pedagógicos, sino más que eso, porque Ricardo por sobre todas las cosas, es maestro de la vida y “guerrero del tiempo”…

¿Quién puede medir el amor incondicional y el deber de los maestros de nuestra patria profunda?…
Aquella que nace lejos de las autopistas y muy cerca de los cerros, de los montes, de los sin caminos.
Ricardo, con su condición de niño humilde forjó un espíritu luchador contra viento y marea y de alguna manera nos inspira a todos.

Esos senderos que pisó en su infancia marcaron su destino, la decisión de querer torcer su realidad difícil le valieron toda la fortuna que atesora, toda la sensibilidad en sus versos y todo el candor que son sus más íntimos pensamientos.

En un momento había dejado de escribir pero cuando una de sus alumnas le regaló una agenda impulsó sus ganas de continuar.
Hoy es un escritor consagrado, profundo, entre sus versos le habla a la vida misma.
Muchas de sus letras se volvieron canciones y juegan entre las cuerdas de una guitarra a pura zamba.

Uno de sus versos dice:

“A veces en mis sueños me veo niño,
trepando un horizonte de locuras
con miedo a despertar y que mis sueños,
no tengan de aquel niño su ternura “.

Viendo una foto del lugar donde vivió recuerda con gratitud su trabajo de maestro y nos dice textual:
-“Por los heroicos caminos y en el cálido seno de esta hermosa casita donde muy feliz vivi cuatro años, de lunes a viernes, cumpliendo el deber de ser docente en la Escuela 971 “Teresa Fabrini” de los Telares, Dto. de Salavina”.

Y así es su vida, tiene caminos con ecos de campanas, niños jugando y recuerdos en el monte, con vientos mansos, con historias que crujen entre esos versos, esos que atesoran su fortuna…

“Mi pueblo”
(Poema, Ricardo Perea)

Siento a veces el cansancio de mis ojos
embriagado de nostalgia y soledad
cuando abrazo por las calles de mi pueblo
el recuerdo de un amigo que no está.

Por Sumampa siento grillos y violines
y en sus casas un abrazo maternal
solo puedo explicarte lo que siento
cuando mi alma en la distancia es soledad.

Mi pueblo… ¡levanta tus banderas,
esgrime tu canción de libertad!,
el cariño de tu gente son tus alas
que alza en vuelo tu paisaje visceral.


Significado del vocablo Sumampa
Proviene de la raíz sumaj, en quechua significa lindo, hermoso y mampa significa, aguas o vertientes.


Algunos de sus poemas son canciones:
“Simplemente amor”
“Eva sin nadie”
“En un costado del alma”
“Sendero del amor”


Fotos e información cedidas por Ricardo Perea.
Escritor argentino, miembro activo de Carta abierta.

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