Los ojos me pesan del cansancio pero en mi pecho hay una llama que me mantiene despierta
Siento nostalgia y me dejo atravesarla
Siento mucha incertidumbre y trato de calmarla
Porque en el fondo yo sé que hay un camino de rosas blancas esperando por mí
Tengo la garganta en recuperación, la voz afónica luego de una semana apestada
En la gripe también me encuentro
Reposada, reflexiva, descansada
Se van acercando ciertas fechas y todo es un constante deja vu
Pero en mi pecho sólo existe la llama ardiente
No hay lugar para recuerdos tristes y amargos
Puedo sentir la paz que tanto necesité en aquel momento
Entonces, pienso, la incertidumbre actual también pasará
Estoy creciendo, quizás
Me estoy conociendo, otra vez
No hay motivos para el desgano
Solo queda esperar, trabajar la paciencia
Y seguir alimentando ésta llama que habita en mi pecho
Que me recuerda que la pasión, el amor y la fuerza, me harán más libre de lo que siempre fui
La llama que habita en mi pecho, es la señal de una nueva “yo”
La que estoy destinada a ser
La que siempre fui y seré