Descubre el Benching: Causas, efectos y señales en relaciones modernas. Por Carina Oviedo

Descubre el Benching: Causas, efectos y señales en relaciones modernas. Por Carina Oviedo

El “benching” es un término moderno que se refiere a una práctica de relaciones en la cual una persona mantiene a otra interesada sin comprometerse completamente. Al igual que un jugador en el banco de reservas en un partido de fútbol, la persona “en el banquillo” está a la espera, sin saber si será llamada a la acción o dejada de lado. Este fenómeno, cada vez más común en la era digital, tiene profundas implicaciones emocionales y psicológicas para quienes lo experimentan.

¿Qué es el Benching?

El “benching” ocurre cuando una persona da señales suficientes para mantener el interés de otra, pero no se compromete ni avanza en la relación.

Así, en lugar de romper el vínculo o definirse, la persona que “hace el benching” envía mensajes ocasionales, da muestras de interés eventualmente y también da promesas vagas que mantienen a la otra persona en un estado de incertidumbre. Esta forma, aunque sutil, puede ser emocionalmente agotadora para la persona que está siendo “banqueada”.

Causas del Benching

Considero que las causas de esta conducta se relacionan con las razones que enumero a continuación:

Indecisión: Una de las principales causas del benching es la indecisión. La persona que practica el benching puede no estar segura de sus propios sentimientos o de lo que realmente desea en una relación.

Miedo al compromiso: El temor a un compromiso serio es otra razón frecuente, por ello, algunas personas prefieren mantener múltiples opciones abiertas sin cerrar ninguna puerta definitivamente.

Aprovechamiento emocional: En algunos casos, el benching puede ser una táctica consciente para mantener a alguien interesado sin ofrecer nada a cambio, utilizando la conexión emocional como un recurso de respaldo.

Disponibilidad de opciones: Con el auge de las aplicaciones de citas, las opciones parecen infinitas. Esto puede llevar a las personas a mantener varias conexiones superficiales sin dedicarse plenamente a ninguna.

    Efectos del Benching

    Si pensamos que toda causa tiene consecuencias, esta conducta no es sin efectos. Algunos de ellos son:

    Confusión y ansiedad: La incertidumbre constante puede generar altos niveles de ansiedad y estrés emocional en la persona que está siendo “banqueada”.

    Autoestima disminuida: Sentirse constantemente en segundo plano puede dañar la autoestima, haciendo que la persona se cuestione su valor.

    Deterioro de la confianza: El benching puede erosionar la confianza en las relaciones futuras, ya que la persona afectada puede volverse más escéptica y desconfiada.

    Efectos en la salud mental: La prolongada ambigüedad y la espera pueden tener un impacto negativo en la salud mental, contribuyendo a sentimientos de depresión y aislamiento.

      Cómo reconocer el Benching

      Comparto aquí algunas señales que pueden llamar la atención y alertar respecto de la presencia de este fenómeno en el vínculo que se sostiene:

      Mensajes ocasionales y vagos: Se reciben mensajes esporádicos que no conducen a un plan concreto.

      Evasión de compromisos: La persona evita discutir el futuro de la relación o se muestra reacia a hacer planes a largo plazo.

      Interacción inconsistente: Hay períodos de intensa comunicación seguidos por largos silencios inexplicables.

      Promesas incumplidas: La persona hace promesas que rara vez se cumplen, dejando a la otra persona esperando.

        Reflexionando sobre estar en la banca…

        El Benching es una modalidad de relación que puede parecer inofensiva al principio, pero tiene efectos profundos y duraderos en la persona que lo sufre. Reconocer los signos de esta práctica es el primer paso para proteger el bienestar emocional, entendiendo que la clave es la comunicación clara y honesta.

        Así, esta conducta destaca y nos llama a la reflexión sobre la necesidad de relaciones auténticas y comprometidas en un mundo cada vez más efímero y desechable. Al identificarla y abordarla es posible fomentar conexiones más saludables y satisfactorias que promuevan el bienestar emocional y la estabilidad a largo plazo.

        Este tipo de comportamiento nos recuerda lo fácil que es dejarse llevar por la ilusión de que alguien va a estar allí cuando realmente lo necesitemos, pero sin darnos lo que verdaderamente merecemos: respeto, claridad y conexión genuina.

        Lo que a veces olvidamos en medio de esa espera, es que nuestra autoestima y nuestra paz mental no deberían depender de remanentes. Merecemos un amor verdadero, basado en la reciprocidad, el compromiso y la sinceridad. Y más que nada, merecemos estar con personas que valoren nuestra esencia, sin tener que adivinar si realmente les importamos o si estamos siendo una opción secundaria. El benching no es un juego justo, nos pone a prueba de maneras que no deberían ser necesarias y el momento de decir basta y dejar de esperar, es también el momento de empezar a invertir en nosotros mismos, de abrir espacio para quienes realmente nos eligen.

        Quizás, el mayor acto de amor propio es precisamente no permitir que el benching se convierta en una forma de vida. Somos demasiado valiosos para estar en espera de algo incierto.

        Carina Oviedo

        Licenciada en Psicología MP 3082

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