Charly salió de la sala de ensayo y le tiró agua en la cara con una pistola a Ringo ni bien lo vio. “Viste, Pepo, te dije que hacía eso”. “Dejate mojar”, le decía Ringo a Pepo. “No le digas nada”. Pero Pepo no se aguantó y emulando a Fito Páez se puso de rodillas y le dijo: “Maestro, amo su música más que a nada en el mundo”. –Así- le contesto Charly. -Eso me dijo Fito cuando me conoció: Ponete de espaldas y háblame sin mirarme-.
Pepo lo obedeció y enseguida Charly lo cargó. “Ahora vas a ser mi esclavo”. “Entrá a la sala de ensayo que te muestro”. ¿Tocás la viola? –No-. ¿Tocás el piano? –No- ¿Tocás la bata? –No- ¿El bajo? –Menos- “Bueno, mucho no me servís. Tocá el toc toc”. Y Pepo tocó el toc toc para la grabación del disco “Alta fidelidad” que Charly hizo con Mercedes Sosa.
Casi que iba a gritar que ya era parte del rock cuando tomó valor y le dijo: “Charly, yo trabajo en un bar donde tocan muchos rockeros. Ya vinieron Willy Crook, María Epumer, Javier Calamaro, “Palo” Pandolfo y Fito. “Mirá… si fueron María y Fito, voy”. ¿Cuándo es? ¿A qué hora tengo que estar? –Es el viernes a las 10 de la noche- le dijo -en Marcelo T. de Alvear al 1400-. “A las 10 es muy temprano para mí, voy a las 2. Pero no te preocupés. Antes te lo mando a Raulito” ¿Raulito es Porchetto?, preguntó Pepo. “Sí”, le contestó Charly. “No va a ser Alfonsín”.
“Páguenme lo que puedan”. “Lo único que te pido es que mi vaso de whisky esté siempre lleno y que no vengan ni Nito, ni Andrés, ni Luca”. “Tampoco van a ir, je je” “Y antes de Raulito quiero que toque mi hijo Migue. Tiene una banda que se llama ‘A-tirador láser´, toca el teclado no muy bien, pero hablá muy bien inglés, sabe mucho de computación y le gustan mucho demasiado los videojuegos y las hamburguesas. Así que prepárenle una o dos”
Pepo saludo a Ringo con un abrazo y se fue. Le agradeció a Charly García su buena onda para con él y se fue corriendo a contarle a Alejandro que el viernes irían a tocar Charly, su hijo Migue y Porchetto. ¡No lo va a poder creer cuando los vea en el bar!
Pepo estaba tan contento que pensó: “Esta es la mía. A Pamela le gusta Charly, así que la invito a El Living y la siento en primera fila conmigo. Y quién te dice cuando toque ´Seminare´ la beso”. El rock siempre garpa y si me da una novia, me tatúo la cara de Charly en un brazo y la de Pame en el otro”.
“Pame, ¿cómo estás? Pepo soy”. “Te acordás que un día me diste tu teléfono. Yo nunca te llamé para no molestarte, porque me dijiste que tu jefa Achira no te deja hablar mucho conmigo porque dice que no soy para vos. Pero te quería invitar a ver a Charly este viernes”. ¿Charly García? “Sí, va a tocar ´Seminare´ para nosotros dos”.
Llegó el viernes, eran las 11 de la noche y Charly no apareció. Pero llegó Migue con su banda que era más o menos. Por suerte, Rául Porchetto fue acompañado por su novia y Estela de Carlotto que era amiga de su mamá y por esas cosas de la vida lo acompañó. Porchetto era súper amable tocó “Dame algo nuevo”, “La llama de tu amor” y “Reina madre” dedicado a Estela de Carlotto; y cuando iba a cerrar el show con “Corazones muertos” y “Bailando en las veredas”, apareció Charly García acompañado por el “Negro” García López y Oscar Moro que tomaron sus lugares en el escenario y todo explotó.
No era “Seminare” pero Pepo estaba tan contento que la sacó a bailar a Pamela “Bailando en las veredas” y mostró sus dotes de bailarín de rock. Y cuando iba a besarla, se le acerca Charly y le dice: “Viste Pepito, que no te iba a fallar”. “El rock siempre garpa, como decís vos”. “Mirame a mí y al “Negro” García López si era por facha mucho no ganábamos”. “Besala campeón”.