Hoy estoy cansada y a la punta de todas mis inflexiones.
Hoy
descargaron las represas que no tuvieron más espacio
en la arena suelta.
Todo cambió y se llenaron mis campos de malos presagios
Yo te quise tanto, que,
simbólicamente, iba adelante de ti cuando pasabas por allí,
quitando el mal de mis rosas para que no se fuera a ti
Me hirieron a mí y no me dolió, soy su misma savia.
Ha pasado tiempo y he estado callada
No sé cómo te vaya ni dónde estés y ¿qué si me importa?
A veces, sí…
Hoy que no tengo nada que perder, ni los paisajes, ni tus palabras,
ni tus lamentaciones de que el mundo era malo.
Que yo era lo mejor que te pasaba
La fruta madura y rebanada, dulce y jugosa y
te pregunto:
¡Por qué maldita razón te atravesaste en mi camino
cuando no te estaba buscando a ti, a nadie, ni a ti!
¿No pensaste que yo era partícula del mismo mundo malo
y que podía llevar en mis venas el jugo venenoso de mi jardín,
por dónde pasabas?
No sé cuánto sufrí, no me puse a pensar en eso, lo cubrí,
pasando desde el azúcar hasta la hiel,
mas,
hoy, es fecha de término.
Ya boté tu maldad, la mentira mil veces repetida,
tus proyectos conmigo, que la casa, la aldea
y mil parásitos más que fueron segunda piel, de mi piel.
Te pregunto:
-si yo no era la famosa que buscabas-
¿Por qué no te marchaste en el mismo instante en que
te diste cuenta que a mi lado nada ganabas?
Por qué, si supiste que yo era mujer de amor,
no de vanales ganancias ni de amigos que me dieran prestancia,
por qué no me dejaste, entonces, ¡por qué!
Ya no me importa porque ahora yo estoy vacía.
No me importan tus pies con lodo que esperaba lavar con agua y sal.
No me interesan tus manos duras para acurrucarme en ellas
como en el más suave telar.
Hoy no sé qué siento al escribir esto, alegría no es
Tristeza no es
Hoy me he duchado en lágrimas y he gritado tu nombre,
¡maldiciéndolo!
porque yo quiero estar bien.
Si salgo de esta cama donde estoy un poco muerta,
yo renaceré,
te juro que vas a buscarme y no estaré
y lo vas a sentir
y vas a llorar
y te vas a arrepentir
y vas a recordar
y me vas a amar
Quedarás sentado en tu sillón añoso de trampas,
calentando tus pies secos de lodo,
tus manos de jarra y,
María Magdalena purgará la dicha en otros brazos.
Remanso transparente, borra mis palabras.
Burbujita cantarina, límpiame el alma.