Carta al olvido. Por Juan Antonio Choque Moquillaza

Carta al olvido. Por Juan Antonio Choque Moquillaza

Esta noche,
solo,
frente a la inmensidad del universo
trato de hallar mi destino sin ti,
tiempo ha, desde que te marchaste,
y de a poco
las heridas del ayer
han ido cicatrizando en mi,
el dolor de tu partida, ha quedado atrás,
aunque el recuerdo de tu amor,
siempre perdurará,
en todo este tiempo he aprendido a aceptar tu partida, quizás fue lo mejor para ti,
por eso te fuiste ,
si es así te deseo lo mejor,
por el inmenso amor que te tuve,
quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo,
quiero pensar que valió la pena mi sacrificio,
que no fue en vano mi dolor,
estas interminables noches de soledad,
de agonía,
sabiéndote al lado de otra persona,
mientras yo moría por ti,
he muerto mil veces para poder matar este amor,
creo que lo he conseguido,
pero ahora me siento vacío,
no le encuentro sentido a la vida,
fue tanto lo que vivimos,
te entregué, todo,
mi vida,
sin darme cuenta que solo era yo quien amaba,
pero no me arrepiento,
volvería a dar mi vida, a cambio de besar tus labios,
……volver a sentirte mía,
trato de atrapar tu recuerdo,
pero se esfuma de mi mente,
y siento que te pierdo, en la inmensa vorágine del olvido,
ya no eres mía,
es cierto,
pero me sigues dando la vida.
….solíamos contemplar el ocaso del sol,
imaginando nuestro futuro,
en la penumbra del atardecer,
mis manos ceñían tu cintura,
mientras mis labios deslizaban palabras de amor en tus oídos, a lo lejos,
siempre a lo lejos, veíamos el revoloteo de las aves,
buscando su nido para pernoctar,
y nuestros pensamientos,
se perdían en lontananza,
siguiendo el camino de la felicidad,
que felices éramos entonces,
nuestro amor era tan puro y sincero,
tan palpable, tan real, que hasta podíamos tocarlo en la brisa del viento,
nuestra vida era una eterna primavera,
me sentía inmortal a tu lado,
y mi felicidad era infinita,
nunca pensé que la luz radiante de mi dicha,
sería cubierta por el manto nefasto de la traición,
de a poco,
sus densos nubarrones,
cargados de ignominia y dolor extinguieron la luz de mi felicidad
y desde entonces,
mi vida es una interminable noche,
y ahora,
una vez más estoy aquí,
solo,
tratando de vislumbrar mi futuro sin ti,
implorando una señal que guíe mi vida,
o una mano amiga, que me ayude a llevar el inmenso peso de tus recuerdos,
para depositarlos en los confines del olvido,
donde nunca mas vuelva a encontrarlos
…..aunque con ellos tenga que sepultar,
mi vida.

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