La primavera y la ciencia de la nutrición. Por Juliana Labat

La primavera y la ciencia de la nutrición. Por Juliana Labat

Con la llegada de la nueva estación me pregunto: ¿Por qué dejamos de asociar la primavera con las flores y el amor? ¿Qué es lo que convoca nuestros deseos? ¿Cuándo la alimentación dejó de ser sustancial? 

Parece que la primavera reflota los estereotipos que priman en la sociedad y se va desdibujando el rol de la nutrición para el bienestar y la salud. 

¿Por qué? Mi hipótesis: hombres y mujeres reducimos lo importante a la imagen corporal y los estereotipos de belleza. Acentuado en los tiempos que corren y durante los meses previos al verano. Brotan las dietas “mágicas”, batidos prometedores, semillas y otros. Todo es publicidad, oferta. ¡Claro! El marketing completo no ayuda, porque predominan en la pantalla personas de determinado rango de edad, con “ciertas” características comunes que no suelen incluir la DIVERSIDAD DE CUERPOS REALES. 

Mientras tanto, nuestros niños escuchando, los adolescentes mirando, los adultos añorando… En la era del consumo no queda nadie sin ver.

La ciencia de la nutrición estudia de qué modo el cuerpo toma los nutrientes de los alimentos, cuantifica los necesarios según la actividad física, personaliza los requerimientos para cada persona y condición, sea en la salud o en la enfermedad. 

En 1850 un filósofo y antropólogo alemán dijo “somos lo que comemos”. En realidad no tengo dudas de que somos mucho más. Pero la estructura o el envase que nos acompañará en este viaje ¡es eso! Lo que comemos y cuánto nos movemos. Así es que invertir tiempo y dinero en una mejor nutrición es un esfuerzo inteligente pensando en el largo plazo y en el bienestar o en el aquí y ahora.

A su vez, la comida reúne, refleja hábitos aprendidos, delata nuestras preferencias y comodidades dentro de las posibilidades, la comida habla de cada uno de nosotros y de nuestras emociones también.

Parece que todo eso, lo verdaderamente importante, queda olvidado cuando pensamos en el verano y llega cierto apuro por usar tal o cual prenda en una fiesta o llega ese temor expreso en dichos de pacientes “textual”, por ejemplo, “cuando pienso que falta poco para usar remera y se me van a ver los brazos” y todo lo demás, manifiesto o no. Y otra vez ¿Por qué? ¿Por qué queremos encajar y así reproducir el modelo? ¿No podemos romper con los moldes? ¿Cuándo llegará la aceptación y el amor a la propia imagen?

Creo que ¡sería bueno recibir los 365 días los nutrientes justos y los mensajes sanos! Para nuestro cuerpo y para nuestra mente, por respeto y amor, hacia nosotros y hacia los que vendrán.

Lic. en Nutrición Juliana Labat

MP 2652

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