Soy Argelia Díaz, poeta humanista universal y me preguntan qué significa.
Ser poeta universal implica la capacidad de capturar la esencia humana en sus diversas manifestaciones culturales, emocionales y filosóficas a través del arte de la palabra.
Un poeta así no se limita a un contexto específico si no que busca trascender fronteras y conectar con la humanidad en su totalidad. Su obra refleja la sensibilidad profunda hacia las experiencias universales y valores compartidos que atraviesan culturas y tiempo.
También me preguntan qué es el amor que siento por Mar del Plata.
Mi amor por Mar del Plata es una pasión que va más allá de las palabras y paisajes y playas. Es un sentimiento arraigado en la historia y la actividad cultural de sus habitantes desde los versos de Alfonsina Storni hasta la prosa de José Hernández.
Mar del Plata ha inspirado a generaciones de escritores con su encanto costero y su atmósfera única, tejiendo una relación íntima entre literatura y lugar que perdura hasta nuestros días.
Amo profundamente al lugar donde creció mi infancia, donde nacieron mis hijos y nietos y donde siempre fui feliz a pesar de las adversidades de la vida.
También me preguntan qué es la poesía.
La poesía para mí es el lenguaje elevado a su máxima expresión artística. Va más allá de la mera comunicación de ideas. Es la fusión de palabras y emociones, que trasciende en lo cotidiano, para explorar la belleza, la verdad y la complejidad de la experiencia humana.
En palabras de Octavio Paz la poesía es el conocimiento, salvación, poder, abandono, operación capaz de cambiar al mundo. La actividad poética es revolucionaria por naturaleza, ejercicio espiritual, es un método de liberación interior.
