Carta abierta de Nahuel Nasgho a William Shakespeare o a una chica (o último manifiesto de mayo)

Carta abierta de Nahuel Nasgho a William Shakespeare o a una chica (o último manifiesto de mayo)

William Shakespeare: mi estimado dramaturgo de todas las épocas, en lo personal, el máximo referente.

Quería expresarte una confusión que está ocurriendo por estos lares, desde hace más de un año que la OMS (Organización Mundial de la Salud) anunció una pandemia de coronavirus.

Con el correr de los meses se pudieron concretar vacunas que combaten, contrarrestan los efectos de este virus causante de esta flamante normalidad.

La primera persona que recibió una dosis fue un señor con tu mismo nombre de pila y apellido, además nacieron en la misma ciudad.

Lamentablemente falleció y algunos presentadores de actualidad están desorientados con quién es el protagonista de tal noticia. 

Dicho esto, te expreso un sentir hacia una señorita.

Deseo que ella conozca lo primordial de mí. 

Este correo electrónico manifestará en cada palabra sinceridad y amor.

Desde que tomé conocimiento de su existencia, mi vida tornó hacia el ensueño y la poesía, hacia la sombra que disipa un amanecer.

Enamorado estoy, creo no ser correspondido, aunque eso valida mis alas de afecto. 

Conozco razones y negaciones que pueden confabular para que un sentimiento deje de ser intangible para convertirse en lo real de la decepción y peor aún, mutando en una especie de olvido.

Soy un hombre valiente que en esta parada que el destino orientó necesita fuerzas gallardas, heroísmo y epopeyas para poder manifestar de manera clara posible.

Puedo nadar los océanos, puedo recorrer a pie la tierra misma.

¿Podré vencer al tiempo?

En estos momentos el descorazonado de su prometido, Arthur Saville, posterga la fecha de casamiento, una tragedia.

No merece pasar por tal situación, ella ni nadie, y la cual lastima su integridad al igual que el orgullo. 

Siempre pensé que lo que él poseía de encantador también lo tenía de farsante.

Seguramente esta ingrata declaración desencadene otra serie de infortunios, ojalá que sea un diagnóstico errado.

Quiero que sepa lo siguiente: yo estaré por siempre. 

Jamás hubiera tomado tal decisión ¿Para qué aplazó la ceremonia? 

Falta de empatía, peor puede ser, faltante de saber amar.

Tendrá tiempo de sentir, ya que leerme será imposible.

Es una persona sabia, y amante de la naturaleza.

Estoy llegando al fin de mis letras, en esta ocasión soltaré esperanza de que algo inusual acontezca 

Continuaré con carilla y página de esta propuesta amorosa.

Sabré más adelante si es posible la quimera, y si cada existencia se forja por el deseo desmedido y sincero.

Confieso que durante la adolescencia fui una persona tímida, sin iniciativa, carente de decisión. 

Vivía avergonzado, temía por si alguna vez salía de la zona del confort.

Ese lugar cómodo, abrigado, vientre de falacias, pude salir cuando me enamoré. 

De a poco me fui convirtiendo en esta persona que hoy es capaz de escribirte, de contarte sobre una noticia que te incumbe y también darte las gracias de manera indirecta porque Romeo y Julieta me mostró el sendero de saber amar.

Querido colega espero recibir buenas nuevas tuya y que me aconsejes en esta cruzada. 

Con afecto, tu admirador.

Pd: Esta jornada quedará entre mis recuerdos más preciados.

Desde Florencio Varela, Buenos Aires, Argentina