Adriana Phatouros nació en San Martin en el 70, su abuelo le compraba las revistas Billiken, Anteojito y todas las enciclopedias que salían. Para cada cumpleaños pedía que le regalen libros. Tenía una amiga con una inmensa biblioteca. Desde niña sentía una voracidad por leer. Primero, todos los cuentos clásicos y después la colección Billiken. Cuando descubrió la biblioteca barrial se asoció y comenzó a leer novelas y todo lo que le recomendaban. Luego empezó a estudiar psicología, pero nació su hija Sol y dejó. En aquel momento trabajaba en recursos humanos de un banco. Después los caminos de la vida la devolvieron a la docencia. Mientras trabajaba en el banco tenía largos recorridos en tren desde Villa Ballester a Retiro y los capitalizaba leyendo. Cuando descubría a un autor, iba por sus otros libros. La librería El Ateneo era su base al mediodía. Compraba un libro por mes y almorzaba ahí, quedaba cerca de su trabajo. Los caminos de la vida la llevaron a la docencia. Actualmente divulga la literatura en la escuela primaria y secundaria. Hace poco cumplió 50 años y empezó nuevamente la facultad. Ahora estudia Antropología social y cultural. Dice que los libros siempre le permitieron volar, son su refugio y compañía.
¿Por qué el libro físico resiste?
Por mi parte necesito el libro físico. Volver la página. Acostarme debajo de un árbol y sentir la brisa mirar la copa de los árboles y sumergirme entre letras. Desconectar el teléfono y todos los dispositivos electrónicos y recostarme en el sillón a leer a dejar volar la imaginación. El teléfono lo uso para otros fines. Entrar a la librería y olerlos es un placer que unos pocos sabemos y valoramos. Los libros siempre me permitieron volar, son mi refugio y compañía.
¿Leés para escribir?
Leo para volar con una novela leo para informarme con un diario leo para estudiar y aprender en la facultad.
¿Cómo nos educamos?
Soy docente me preocupan los tiempos que vivimos en relación a lo digital. Los chicos y muchos adultos se educan a través de las redes lamentablemente. Si bien sigo algunas páginas de interés voy a la facultad a ilustrarme.