La vida no es la misma, desde que a ese viaje eterno te vi partir.
— ¡Sí, ha quedado, continúa su ciclo destilando su tinte, pero no el que yo contigo conocí!—
Un invierno predomina en los recuerdos de mis latidos que lloran sin calor recibir, cuando con frío rememoro los momentos que con vos los viví.
Tu ausencia vuela adherida a las alas de la brisa en la que tu discurrir, ya no emana hace tiempo la frescura de tu dirimir. Te busco sabiendo que no te encontraré aquí… Ingenuamente invento que algo de vos hallaré en lo que ya dejó de existir.
Pesan los días, las horas, no teniendo piedad para al menos distribuir, un consuelo, un trato que envuelva a mi palpitar herido que no le queda más alternativa que sin vos seguir…
Haría una tregua con el cielo para que un minuto me pudiera permitir, así leerte está carta que con el alma te escribí, en ella dejo esbozadas las palabras que quedaron pendiente, que no te las pude decir.
Tal vez el tiempo un día con su abrazo cálido se apiade de mí, para otorgarme el consuelo que desde que te fuiste le pedí.
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(…) Te querré hasta el día que sea yo la que vaya a tu encuentro y haya llegado mi fin. Guárdame un lugar solemne para que el día que me pueda con vos reunir, te cuente todo lo que yo sin vos acá viví.
Concluyo está carta que inefables se tornaron sus líneas para mí, mezclándose con las lágrimas que rodaron por las curvas de mi alma mientras las escribía y recordándote fui…
©️ Claudia Ortiz (Karoclá Or)
Fcio. Varela, Buenos Aires, Argentina
05 de marzo de 2024