¡Hola Javier! Te cuento que la ley ómnibus se cayó en el Congreso. Un poco porque eran muchos artículos y era inviable; otro por la gente que estaba en las calles manifestándose en contra; mucho por el aumento de colectivos y trenes -y la bronca en los medios y en la calle estaba-; otro poco porque desconocías el reglamento que decía que al caerse un artículo toda la ley volvía a foja cero. Pero principalmente porque querías facultades delegadas y no tocar una coma del artículo privatizaciones y esto ni la “oposición amigable” te lo iba a votar. Más con los gobernadores en contra.
Así que Pichetto se vistió de héroe y te la mandó a guardar. Y quizás estemos ante un nuevo gobierno parlamentario que te va a marcar la cancha todo el tiempo. Y Pichetto sea el Duhalde del 2022. Ahora la ley paso a foja cero y se debe volver a tratar en comisión. Tu gente desconocía el reglamento del Congreso, como desconocés vos un montón de cuestiones del Estado. Y ahora sos jefe de Estado, no el asesor de una empresa privada. Y te va a llevar un tiempo aprender. Y como jefe de Estado es que te atiende el premier de Israel, el presidente de Italia y el líder del Vaticano. Si no no podrías entrar. Y lo mejor hubiera sido que te quedarás acá.
En Argentina están nuestros problemas no en Europa o Israel. Tampoco nos va a ayudar ningún Dios si no hacemos algo entre todos. Y tu respuesta a un revés parlamentario no puede ser enojarte y tratar de traidores y enemigos a los cordobeses o a Juntos por el Cambio y aliados.
Y no me vengas con eso que no hay plan b. Puede que vos no lo tengas, pero si no es tu plan uno va a aparecer. Si nos gobernás vos, gobernará el FMI, el parlamento, un par de empresarios, o vendrá otro gobierno que atienda las necesidades de la gente, que sepa consensuar las leyes y políticas que la Argentina necesita y puede. No las que vos querés. Porque así teniendo razón en algunas, quizás no sea el modo ni el momento. Y eso también se paga. Como vos querés hacer pagar a todos los que no te apoyan con los ojos cerrados sin darles nada a cambio.
Hasta ahora no ayudaste a nadie. Ni al Fondo, ni a la clase media, ni a los jubilados, ni a los trabajadores, ni a los pobres, ni a las pymes, ni al campo, etc. Salvo un poco a los ricos con los aumentos de precios y el dólar financiero. Porque el artículo de las privatizaciones que querés que te voten para vender el patrimonio del Estado y la tierra a un par de empresas extranjeras son apenas algunos. Y por ahora y por suerte son promesas también.
Encima se murió Piñera. Así que en Chile un aliado menos tenés. ¡Pero tranqui! Que te mando esta carta y me voy a Mendoza y después a Santiago de Chile. Hablo con Boric y le pregunto que podés hacer. Allá los gobiernos duran cuatro años y alternan uno socialista con otro liberal y no parece tan grave. Lo mismo en Uruguay. Así que a lo mejor cuando vuelvas de tu gira, recapacitás y te das cuenta que hoy en el mundo los sistemas políticos y económicos son mixtos. Que algunas cosas se dejan a los privados y en otras interviene el Estado cuando los privados no quieren o pueden, o la necesidad de la gente lo requiere.
Y además son más nacionalistas. Hasta Bolsonaro y Trump lo son. ¿Pero vos, Javier? Si seguís así te vas a quedar sin amigos. A Marra lo negás, a Píparo la condenás, a Sturzenegger, Caputo y Bullrich los usás o te usan, con Macri ya te peleaste, con Villarruel no sé cómo te llevás, a los gobernadores no los querés y Musk por ahora es un amigo virtual como yo.
Pero no te preocupés, esta es la octava carta que te escribo y te pienso seguir escribiendo mientras seas presidente. Moreno dice que cuando madurés vas a ser peronista y a lo mejor tiene razón. Yo cuando tenía diecisiete años iba a las bibliotecas a leer y también me sentí atraído por el liberalismo político y algunas posiciones anarquistas, pero el liberalismo político tiene una trampa y es el liberalismo económico y el anarquismo que te deja solo.