Lámparas de sueño, 2005.
Deletreo mi nombre
y en la cabeza retumba
“Leticia no es la que trae alegría”
Leticia es la que jala el gatillo
sobre las sienes de otros nombres.
Intento decirme
y escupo hienas, navajas de odio.
Digo “Leticia”
y me palpo muerta.
Me lloro y exhalo “redención”,
“enfermedades de Octubre”.
Me da miedo escribir “Leticia”
y lacerar los pasos.
Contraer mi voz
que se vuelve insoportable.
El eco sofocado
que se vuelve insoportable.
El llanto
que se vuelve insoportable.
Oler mi nombre
como a muertos girasoles.
Quiero perderme
porque tengo huracanes en lugar de ojos.
Anzuelos por dientes,
Veneno por saliva,
Morusas de lluvia en el rostro.
Porque están mis labios
desollados y cosidos y porque tengo
muñones en el corazón.
Son tantos los pecados que en mi nombre habitan.