Por qué escribo. Por Silvina Lérida

Por qué escribo. Por Silvina Lérida

Caían sin ton ni son, palabras de todo tipo y tamaño, y como una niña pequeña debajo de una piñata, solo atinaba a recogerlas todas. Algunas eran extremadamente largas e impronunciables, y otras, tan pequeñas que sólo contenían una letra.
Las guardé en los bolsillos y en la cartera, más tarde, podría buscarles un sentido.
Mientras caminaba, pensaba en lo que acababa de pasar, reconociendo que mientras esto sucedía, sentía que me acariciaban y me daban su calor
Al llegar, las puse todas en la mesa, y como un rompecabezas, intenté darle sentido, necesitaba que me contaran su historia, que tejieran para mí.
Descubrí que no siempre es fácil poner en palabras los sentimientos, pero ellas, siempre estuvieron y estarán, y si no las sacamos, por algún lado saldrán.

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