los párpados duelen duelen los hombros las cicatrices duelen
duelar la vida duelando duelar la espera duelando
duele la fe y el espejismo de mar en una noche en el desierto
donde todo es confuso
se parece más a una muerte que a una vida
sí
duele dolor duelo doliente
quizás el antes la precuela
y el después la secuela
duelan como el hoy
voy marcho
me han rogado que no los deje de a pie
son huéspedes
almas que han partido pero habitan la memoria
no son pocas
duele el hombro izquierdo
sobre el reposan
rozan el latido
añoran la tibieza
mientras voy
marcho
voy van
conmigo ellos
Duelo… duelen…
De su libro “Memorias del Florilegio”