Crisis fabricada, dolarización y corrupción. Por Ariel Magirena

Crisis fabricada, dolarización y corrupción. Por Ariel Magirena

Ponen la dolarización en el foco como si fuese la única manera de solventar la moneda de curso común. Hemos visto funcionar esa trampa en Ecuador.

El dólar es la moneda más deficitaria y débil del mundo ya que sólo tiene valor fiduciario y no tiene respaldo más que en el miedo y en su capacidad hegemónica de comercio mundial. Todo el mundo pone su economía a sostener la fantasía del dólar porque muchos tienen gran parte de sus reservas soberanas en esa cuasimoneda. Los chinos (que solventan la suya en oro que compran porque no lo tienen en su territorio) no dan el golpe maestro contra el Dólar porque su estrategia de acumularlos para presionar a EEUU falló, ya que si atentan contra el dólar desploman su propia economía (China es el principal acreedor de EEUU).

Cómo es que la clase política argentina está dispuesta sin rubor a tratar siquiera la posibilidad de someter por completo su economía a una moneda sin respaldo?

De más está decir que para que haya dólares circulando libremente en nuestro país el Banco Central deberá comprarlos. Y que la moneda de tu bolsillo (sea cual sea) la podés llevar por el mundo sin restricciones. Esto quiere decir que la dolarización es un plan de fuga y endeudamiento desembozado que sólo sirve a los más poderosos del país y condena a la clase media y los desposeídos.

Con qué piensan que se van a pagar esos dólares que circularían por nuestra economia (para orgasmo de los estúpidos)? Con recursos.

Eso significa que hay una salida soberana y es emitir una moneda en base a recursos. De este modo la nueva moneda sería el único modo del capitalismo internacional de acceder a los recursos que apetece y pondría a nuestra moneda en el sistema mundial de inversiones con el único riesgo de que el mercado la sobrevalúe y el Banco Central deba intervenir para darle su valor óptimo.

Esto no lo saben los economistas? Si. Pero la carrera de economista implica formar cuadros que estén al servicio del capitalismo foráneo. Los economistas nacionales no tendrían mercado laboral y prefieren traicionar a su propio país para no perder los privilegios que les acredita la Academia.

Estamos siendo entregados como esclavos por nuestra propia clase dirigente. El capital ha corrompido todo el espectro político y sólo los ingenuos (o los falsarios) pueden creer (o declarar) que su lugar en la función pública es beneficioso para la sociedad. Quien se atreva a dar pelea desde el interior por el bien de la comunidad será impiadosamente expulsado y cancelado.

Las recetas para salir de esta crisis inducida (fabricada) existen. Lo único que impide su ejecución es la corrupción.

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