Carta abierta de Juan Botana a Martín Insaurralde

Carta abierta de Juan Botana a Martín Insaurralde

¡Hola Martín! Hace tiempo que no sé nada de vos. Y a mí no me alcanza con ver tus carteles en la calle para ayudar a Otermín o tu foto con chicos en el Centro Cultural El Ceibo. Tampoco los de la Casa PJ Lomas Centenerio de 12 de octubre y Profesor Cid Guidi de Franc para el lado del Cementerio. Me hubiera gustado encontrarte por la calle para preguntártelo. La mamá de un chico que va a la pileta con mi hija en el Defensores me dijo que su marido te vio hace unos días en la carnicería de French y Alvear, que por ahí vive tu mamá, pero que vos ya no vivís. Vos viste que siempre se dijo que vivías en Puerto Madero desde que te casaste con Jesica Cirio y tuviste una hija. Pero ahora te separarte de nuevo y no te puedo localizar. ¿Y te quería preguntar qué onda con Sofía Clerici? ¡No, mentira! Te quería preguntar por esto que me dijo un médico conocido que vive en Banfield este. ¡Yo no le creí! Que ahora vas de candidato a concejal en Lomas porque ya estás hecho con lo de la coordinación en la provincia de Buenos Aires y ahora la jefatura de gabinete y que pensás quedarte en las sombras porque manejás, controlás o combatís, no sé bien qué cosa de la droga en la provincia. Y vos viste que ese rumor siempre cayó sobre Duhalde. Y alguien iba a agarrar ese negocio algún día después que De Narvaez lo largó. Si en el barrio pensábamos que la avioneta que pasaba todas las noches a las 8 llevaba falopa del centro de Lomas a Puente La Noria. ¡Pero eso no era cierto! Tampoco que la coima de La Salada pagó alguna que otra campaña en Lomas. ¡Y bueno… colaboró! Y si eso sirvió para la revolución de obras, algún puntero de Fiorito dirá que sos el mejor intendente que tuvo el municipio. Y algún vecino de Temperley estará ofendido porque le mandás más guita a Ingeniero Budge que a ellos. Y otro que vive sobre la avenida Alsina se quejará por los edificios. ¡Eso sí! ¡Al empedrado de Aráoz en Banfield oeste ni se te ocurra sacarlo! Ya bastante tenemos con las torres que permiten hacer en Uriarte del lado de Lanús. ¡Pero qué hiciste una de las mejores intendencias puede ser! Y por eso me sorprende que te vayas. Si la gente te quiere, sos nacido y criado, medio rubiecito y con cara de bueno. Y todos nos pusimos mal cuando te pasó lo del cáncer. Y todos nos compadecimos cuando te agarraste Covid y estuviste internado en el Hospital de Llavallol. Aunque supongo que a vos te atendieron mejor que a cualquier otro enfermo. Pero no voy a hacer comparaciones odiosas. Si el Covid nos alcanzó a todos por igual. Salvo a los pobres, diabeticos, obesos, cardíacos, viejos o con alguna enfermedad respiratoria congénita o crónica. O a los que no éramos políticos o no teníamos plata para un respirador. Lo que nunca entendí fue cómo tu mujer no se lo agarró viviendo con vos. Ella decía porque era deportista y tomaba no sé qué complejo vitaminico. Y de eso te quería hablar. El mismo médico me dijo que en el Gandulfo la mayoría de los médicos y enfermeros se falopean. Pero no con marihuana que ahora es legal, ni con cocaína. Se inyectan fentanilo. Parece que se roban las cajas; pero no para venderlas, para consumirlas. No le creí. Tampoco eso feo que dijo de vos. Después se la agarró con Otermín y dice que no vive en Lomas, que nadie lo conoce. ¡Harto de tantas mentiras, lo defendí! ¿Pero no está vinculado a la cultura y al Teatro de Lomas? -Me dijo que no. Trabajó en Clarín-. No le insistí. Porque tenía miedo que fuera él el médico que toma fentanilo y le agarrara un brote en plena charla y me pega. Después derrapó. Me dijo que Milei era un genio y que si el balotaje era con Massa, ganaba. Me cansé de escucharlo, así que lo saludé de lejos y cuando me estoy yendo me dice: saludos a “La Jefa”. Se refería a mi mujer. Y yo para joderlo le dije “La jefa es Cristina”. ¡Para qué! ¡Se enojó más! Y me dijo que no. Que ahora los pendejos ya no la siguen, que votan a Milei. Inmediatamente le dejé de hablar y no sé si voy a seguir conversando con él mientras veo la clase de danza de mi hija. Y no contento con eso me siguió hasta la puerta. Me contó que los barras de Banfield son los barrenderos de Lomas y que no van nunca. Y que los barras de Lanús trabajan en las cocinas de la droga en la zona. Estaba monotemático con eso. Y para rematar la charla me dijo que Néstor Kirchner armó este Estado narco con barrabravas que tenemos ahora y que ya no lo saca nadie, venga quien venga. ¡Y vos viste que estas ideas locas prenden! Porque uno un poco tiene la fantasía que el poder real no está en la política o al menos no solo en la política. Que todo es un gran teatro de títeres donde vemos los hilos. Y atrás está el negocio de la droga o de la soja o de la obra pública o de las antenas para celulares, según el rubro que manejes en el territorio que sea: nacional, provincial, municipal, barrial, etc. Y es muy probable que el médico que me crucé sea un loco que fantasea cosas. Pero yo no quiero que paren las obras en Lomas. Y estoy muy contento con el paso a nivel de Vieytes y con el nuevo Hospital de Diagnóstico Inmediato Aráoz Alfaro, por citar solo dos ejemplos. Y como dice un vecino mío más grande que yo, cansado de escuchar hablar a otros en una reunión a favor de Juntos o de Milei, les dice: “Yo no entiendo mucho de política. Pero el Camino Negro se llama Presidente Perón. El Hospital se llama Evita. El gasoducto Néstor Kirchner, etc”. ¿Y cuánto va a faltar para que algún parque o centro de salud se llame Martín Insaurralde? Te comento todo esto ahora que te vas. Y porque te veo poco por Lomas. Y porque supongo que tu candidatura a concejal es testimonial, para que asocien a Otermín con vos y no a Viñuales que se fue a Juntos por el Cambio y antes era tu discípulo. O porque gane quien gane ganás vos. Aunque eso era antes, ahora apareció una foto tuya gastando millones con esa modelo preciosa que te comentaba en un yate en Marbella. ¡Justo en plena campaña! Y Kiciloff te pidió la renuncia. ¡Cuidate, Martín! La gente es mala y comenta.

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